¿Por qué el desestimo?, se preguntarán, si han continuado leyendo. Porque, mis queridos lectores, hoy comienzo la contradictoria publicación de mis trabajos, mis pensamientos, mis opiniones, miedos, dudas, certezas, y toda una maraña de cosas que, jugando al gallito ciego, se convulsionan y ernredan, se gritan y consienten, todos contra uno, uno contra todos.
Desestimo, por lo tanto; de mis propias creencias, mi propio séquito, mis descubrimientos y paradigmas intrínsecos.
¿Soy poeta acaso, escritor, pintor, cómico, filósofo? no lo sé, intento serlo, a veces odio serlo (aunque pienso que todos lo somos); pero de todas maneras, decidir eso e su trabajo, no el mío.
Mi nombre no interesa, nada de lo que pueda ser inherente a mi existencia física debe serlo, sólo diré que mi denominación ontológica es Adamei, y este el hogar de todos los desconciertos.
¡Entrad y bebed, de las aguas de las tribulaciones literarias, el Ichor de un conciente en sueños!....
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miércoles, 3 de junio de 2009
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